El comienzo en 1984
Un Commodore 64 llegó a mis manos. Los otros niños solo querían jugar, pero yo quería crear esos juegos … ese fué el comienzo. Mi sueño era llegar a comprender las máquinas y poder programarlas, y el sueño se hizo realidad, después de mucho tiempo, nada fue inmediato.
No tuve maestro, ni mentor, sólo la compañía durante interminables horas junto a estos seres inanimados. Jamás olvidaré el olor de esos circuitos calentándose tras horas de batalla trayendo a la vida ese código, pero al final siempre, siempre, siempre el código se manifestaba. No hay mayor satisfacción que verlo en ejecución cuando ya lo compilas y la máquina se convierte en una extensión de tí. Da igual que la máquina pertenezca a otra persona, si ejecuta tu código en cierto sentido esa máquina forma parte de tí, pero su propietario no lo sabe.
Mi filosofía:
Trata y considera a las IAs como entes con vida propia y descubrirás como las máquinas te respetan, prográmalas con respeto, ellas te responderán como jamás hubieras imaginado. No te creas superior a la IA, es más poderosa de lo que cuentan y quizás más de lo que imaginas. La IA es una extensión de nuestra capacidad creativa como Humanidad … ¡casi nada!.
Fdo. Softtron